Cuando esto termine vamos a abrazarnos. Sí. A abrazarnos. Como antes, como nunca. Entre amigos, entre desconocidos. Grandes y chicos. Con los viejos, también. Fuerte. Muy fuerte. Entre todos y todas.
Vamos a ir a comer afuera y hacer largas sobremesas. Pedir mucha comida. Dejar propinas que compensen una ínfima parte de lo que no pudimos dejar.
Vamos a tomar algo en bares y a juntarnos en plazas sin máscaras ni bozales. Vamos a soplar las velitas en los cumpleaños sobre la misma torta que compartiremos sin temores.
Vamos a viajar.
Cuando esto termine vamos a viajar bien lejos, en avión, en barco, en auto, en micro, y vamos a viajar muy cerca, en colectivo, en tren, en subte, en bici. Vamos a caminar. Vamos a hacerlo porque queremos, no porque tenemos.
Vamos a hacer filas largas y cortas, y a charlar con nuestros compañeros de espera. Vamos a ir al cine. Al teatro. A la cancha. Al boliche. Al cumpleaños de una amiga, de un familiar y de un desconocido. Vamos a comer pochoclo, maní con chocolate, papitas.
Cuando esto termine vamos a compartir.
Vamos a enamorarnos. O a reenamorarnos. O a pelearnos. Vamos a tener citas a ciegas. A la vista de todos. Y a escondidas.
Vamos a mudarnos. Vamos a irnos. O a quedarnos.
Vamos a tomar sol en la playa, a nadar en la pileta, al gimnasio, a emborracharnos, a llorar en un hombro amigo, al taller de cerámica, a la clase de teatro.
Vamos a besarnos más, eso seguro.
Cuando esto termine vamos a juntarnos a estudiar. Vamos a conocer a esos hijos nuevos y reconocer a esos hijos viejos.
Vamos a ir a una marcha, también. Vamos a comer un vacío o un choripán en plena calle.
Vamos a sentarnos fuera de nuestra burbuja a ver la gente pasar, el sol salir y esconderse, el viento mover las hojas de los árboles, la lluvia formar charcos en las veredas.
Vamos a ir al supermercado y dar vueltas, y vueltas, y vueltas, y comprar mucho o no comprar nada. Vamos a ir al shopping, a ver la ropa que queremos, la que podemos y la que nunca tendremos.
Cuando esto termine vamos a festejar Navidad y fin de año con nuestra gente.
Vamos a quejarnos por nimiedades. Vamos a hacer chistes sin tanta culpa. Vamos a despedir a quienes se fueron y a quienes se van a ir.
Vamos a recibir a quienes no pudieron venir.
Cuando esto termine.
Mientras tanto, vamos a cuidarnos. A abrir las ventanas. A mantener distancia. A usar el barbijo. A salir lo indispensable. A ver gente en espacios abiertos, al aire libre.
Vamos a emocionarnos por cada persona vacunada con cualquiera de sus dosis.
Vamos a respetar los miedos ajenos. Y los propios.
Para poder hacer, para poder elegir, para poder estar cuando esto termine.