Por Javier Schurman

 

MacriCarrioEste acuerdo nace con la necesidad de dejar de lado las diferencias», dice Federico Pinedo, diputado nacional por el PRO, con la mesura que lo caracteriza.

«Unirse en la diversidad», propone otra diputada del espacio amarillo, Laura Alonso, porque lo importante parece ser eso: entenderse, quererse, dejar atrás las peleas.

«Argentina necesita definirse entre dos modelos de país», sostiene el lilito Fernando Sánchez al darle la bendición, él también, a la noticia política del día.

«Es lo que se necesitaba», agrega la radical Silvana Giudici, con el alivio que provocan las metas alcanzadas.

«Es un paso en la dirección correcta», adhiere el senador Ernesto Sanz, precandidato presidencial del Frente Amplio UNEN.

Este país de las maravillas, del diálogo y del consenso, de las buenas noticias, es el mismo en el que viven estos –y otros– dirigentes políticos opositores, el mismo que cuestionan diariamente por no amoldarse a sus antojos cotidianos.

¿Son estos los que se oponen a debatir (de-ba-tir) en el Congreso la propuesta del Ejecutivo Nacional para que Roberto Carlés sea juez de la Corte Suprema? ¿Son los adoradores de los acuerdos amplios y –ahora– la diversidad los que firmaron un documento en noviembre para ni siquiera sentarse a analizar al candidato a suceder a Eugenio Zaffaroni? Un acuerdo para no acordar, sí; incluso antes de conocer el nombre de hombre acerca del cual discutir.

¿Son los mismos que dicen que el gobierno no puede tomar decisiones de gobierno porque su mandato termina en octubre y no tiene «autoridad moral»? Para traducir: según la oposición, el gobierno no puede gobernar. ¿Macri debería dejar de gestionar la Ciudad si la oposición porteña considerara –por ejemplo– que por estar procesado en una causa no tiene «autoridad moral»?

Si, como insinúa Fernando Sánchez –integrante de una Coalición Cívica que sigue formando parte del Frente Amplio UNEN–, Macri y Carrió son parte de un modelo de país y el kirchnerismo es el otro, ¿el FAU qué es? ¿Le toca el yin o el yang? ¿Será gris? ¿Ni tan malo como el lado oscuro del kirchnerismo ni tan bueno como la pradera que ahora habitan Mauricio y Elisa?

¿Son estos, radicales, macristas, frenteamplistas, lilitos, los integrantes de los espacios que cuestionaron que el oficialismo nacional realizara anuncios por no respetar el duelo por el entierro del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman? ¿Había que esperar 48 horas, en vez de 24, para que se abriera la etapa de las noticias políticas? ¿Macri y Carrió pueden sonreír para su foto aliancista y Cristina no puede cuando anuncia aumentos, convenios y obras? ¿El proyecto de ley de una nueva Agencia Federal de Inteligencia y la postulación de Carlés son «una cortina de humo», como definió Sanz, y el acuerdo anunciado ayer es una fiesta de la democracia?

¿Por qué la oposición puede contradecirse, reírse de su archivo de críticas y acusaciones cruzadas por corrupción, y cuando las tiene el gobierno –porque en estos 12 años las tuvo, claro, a montones– son un giro por conveniencia, parte del relato, compra de voluntades, siempre según el discurso vertido desde los moralmente aptos opositores?

¿Qué pasaría si un viejo crítico del kirchnerismo se acercara al gobierno y forjaran, juntos, un espacio común como parte de una estrategia electoral? ¿Alguno de los hoy felices integrantes del club de la diversidad trataría de igual manera otra unión, o acusaría el emparejamiento como una (otra) maniobra política espuria, armada, comprada, definida por la conveniencia, bajo presión, generada con el único fin de dañar a la República?

Todo esto es relato. El relato opositor, muchas veces guionado por los medios, que decide que lo malo está de un lado y lo bueno del otro, aunque los hechos a veces sean similares. Que unos pueden, porque –intachables– respetan las instituciones, y otros no, porque –malvados– sólo buscan dañar las buenas costumbres de la patria.

Este «pacto» también es relato. Y, en definitiva, es política.

*Publicada en el diario Tiempo Argentino el 1 de febrero de 2015. http://tiempo.infonews.com/nota/144147/el-relato-de-la-diversidad